El ciclo vegetativo de la viña está comenzando y ya podemos ver las primeras pruebas.
Cada cosecha es una aventura por lo que al tiempo y al clima se refiere. Dependiendo de lluvias, temperaturas y demás condiciones el proceso por el que pasa el viñedo varía enormemente de año en año. Surgen dudas, miedos e incertidumbre, pero ahí radica la grandeza de una artesanía tan respetuosa con el medio ambiente. Depender de la naturaleza nos hace obtener cada vendimia un vino ligeramente diferente que los expertos aprecian tanto.
Este año 2019 ha comenzado con una sorpresa que todos hemos apreciado: las temperaturas del invierno han sido bastante altas en toda España.
Es esa la principal razón que ha propiciado que, sumada a la falta de precipitaciones, la viña en Rioja haya comenzado a llorar.
¿Qué es el lloro?
Se conoce como lloro al momento en que una viña podada se despierta tras el invierno y comienza a circular la savia en su interior. Al llegar al corte en el que se podó, podemos apreciar cómo las gotitas de esa savia se derraman. Es una estampa verdaderamente bonita por ser efímera y espontánea.
Hace ya una semana que hemos visto poco a poco el lloro en nuestros viñedos debido principalmente a la escasez de lluvias y las temperaturas algo elevadas para la época. Esto supondrá un probable adelanto de la brotación, pero sin embargo no se han dado suficientes días de calor seguidos para que la viña empiece esa brotación. De momento vemos que las yemas se han hinchado y eso anuncia un primer paso más cercano al verdadero ciclo vegetativo.
Seguiremos atentos al fenómeno saliendo al campo a hacer fotografías así de curiosas. Fíjate en cómo evoluciona, es una experiencia tan interesante como emotiva.
¿Has probado ya los vinos de las últimas añadas? Los tienes disponibles en nuestra tienda online mientras la 2019 comienza tímidamente.