Las temperaturas, el paisaje, la vendimia…
todo son señales para visitar
La Rioja en octubre.
Las vendimias ya comenzaron en septiembre y, por lo que parece, se alargarán durante todo el mes de octubre. Es una oportunidad de oro para conocer de cerca el mundo del vino, ya que se puede disfrutar del destino habitual sumando el momento álgido de la recogida de uva. Es sólo una vez al año, el resto puede esperar. Ah, y en CVNE los niños pueden disfrutar de los talleres de ludoteca mientras los adultos visitan la bodega y prueban sus vinos.
El calor del verano ya se ha suavizado, las noches son frescas y los días se mantienen cálidos. Los colores que se aprecian en el paisaje riojano son mucho más vivos, pues los verdes de las hojas han dejado paso a naranjas, rojos e incluso violetas que hacen del campo una paleta de colores espectacular. Es algo que ocurre durante un mes al año y no conviene perdérselo. Los atardeceres se vuelven melancólicos, los recuerdos son mucho más dulces. También la arquitectura es asombrosa hoy en día, todos saben ya que los mundos del vino y el arte están muy unidos y las grandes bodegas han sabido buscar la belleza de arquitectos vanguardistas
Reserva visita en bodega centenaria (CVNE)
Reserva visita en bodega vanguardista (VIÑA REAL)
Visitas a bodegas, degustaciones de vinos, incluso una gastronomía envidiable hasta con 4 restaurantes con Estrella Michelín. Son muchas las ventajas de visitar La Rioja, pero si nos tenemos que quedar con una sería esa magia de un territorio relativamente pequeño que cuida los detalles para que se pueda experimentar naturaleza, cultura histórica y un buen bocado en cuestión de horas. Sin prisas, con calma. Sin artificios, buscando lo natural.
Reserva menú riojano en Haro
Reserva un picnic en el viñedo
Aficionados a la fotografía, amantes de la gastronomía y disfrutones en general, este mes de octubre es la fecha indicada para una escapada, unos vinos y el respiro que todos necesitamos.
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